Stonehenge, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, sigue siendo un enigma para arqueólogos e historiadores. Ubicado en la llanura de Salisbury, en Inglaterra, este conjunto de piedras gigantes ha fascinado a la humanidad durante siglos. Se cree que su construcción comenzó hace unos 5,000 años, pero su propósito original sigue siendo un misterio.
Una de las teorías más populares sugiere que Stonehenge fue un templo religioso, utilizado para ceremonias relacionadas con el solsticio de verano y de invierno. Las piedras están alineadas de tal manera que durante estos solsticios, el sol se alinea perfectamente con ellas, lo que podría indicar su uso como un antiguo calendario solar.
Otros expertos proponen que Stonehenge podría haber sido un lugar de curación o un cementerio sagrado, debido a la gran cantidad de restos humanos encontrados en la zona. A lo largo de los años, se han planteado diversas hipótesis, desde la intervención de civilizaciones avanzadas hasta la influencia de seres extraterrestres.
A pesar de los avances en la tecnología y la investigación arqueológica, Stonehenge sigue siendo un símbolo de la antigua civilización humana, recordándonos cuán poco sabemos de nuestros antepasados.